Lectura por el mismo escritor de sus últimos poemas, escritos en la MALVAROSA (Valencia)
POLUCIÓN
Se mueren las estrellas sin espejo.
La tierra se quebró con la tiniebla
de humos y cenizas, que no dejan,
al cristal de las aguas que reflejen,
su rostro de luz y de belleza.
Lloran la noche, que no devuelve injusta,
el rostro de ambar y limón,
ni el beso en suspiro que fenece
perdido en la barrera del sucio capuchón
y los lagos se pierden en lamento mortal.
Un rayo que logra calar esa barrera
hace temblar la aurora y se suicida
en el lecho del lago y se convierte
en flor de loto y en nenúfar,
por dormir, en los brazos de cristal.